Pepe Mujica, viejito desaliñado y bonachón, pasó de guerrillero urbano con los Tupamaros a la cárcel como preso político durante 15 años (11 de los cuales con amenaza de fusilamiento) y de ahí a la presidencia de Uruguay… todo, porque tenía ideales, ideales que lo han llevado a tomar DECISIONES CONSCIENTES siempre al servicio del prójimo.
Pepe tiene ideas, pensamientos, reflexiones, que ahora que estamos formulando nuestros propósitos para el año nuevo vale la pena escuchar, son un tesoro.
Una de ellas es esta de las DECISIONES CONSCIENTES, dice él, que se puede vivir porque se nació y compara esta vida con la de un escarabajo, pero que los seres humanos somos animales conscientes y eso significa que podemos darle, un rumbo deliberado a nuestras vidas.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención, aunque lo se, es que, si no tomamos decisiones conscientemente, mecánicamente la vida (los amigos, los quehaceres, las “necesidades”, las urgencias) las va a tomar por nosotros.
Mujica es el ejemplo vivo de que podemos lograr lo que nos proponemos y aunque mucho le cuestionan lo utópico de sus planteamientos, él nos invita a tomar decisiones conscientes, al servicio de un poco de utopía, un país mejor, una sociedad mejor para los que vienen atrás de nosotros y nos están viendo y nos muestra, con su vida, que a veces se logran cosas… como la presidencia de tu país.
Dice que cuando te hagas viejo te harás la pregunta…. ¿Habré traicionado al niño que llevaba dentro?
Semillas es una comunidad que se distingue porque toma DECISIONES CONSCIENTES.
¿Que tal que reforzamos nuestro camino poniendo algunas pocas al servicio de un poco de utopía para este año que comienza? Soñamos grande y vemos que resulta, preguntándonos hoy, ¿qué quiere el niño que llevamos dentro?
